Por la última plaza disponible para la siguiente ronda, se enfrentaban España e Italia, en los Cuartos de Final. Para muchos un clásico, para otros un partido importante pero que no llegaba a cumplir con todos los requisitos para poder ser denominado clásico. Muchas fueron las declaraciones previas al partido, de algunos jugadores de Italia, más precisamente del argentino nacionalizado Italiano Mauro Camoranesi que aseguró que “el partido no es un clásico, ya que España nunca logro conseguir un título a nivel Internacional, siempre fue una promesa que se quedo en el camino, nada más”, atacando duramente a la selección de Xavi, Iniesta y compañía, y dejando en claro que para él España no significaría un reto “importante” para su selección. Sin embargo, tendría que tragarse sus palabras literalmente, porque España pudo afianzar su buen juego y pasar de ronda, a pesar de no hacerlo en el tiempo reglamentario, pero sí en los disparos desde el punto de penal, y que mejor forma de acallar a los “charlatanes” y los “campeones” que hacerlo de esta manera, a puro vértigo y drama, donde Iker Casillas demostró porque es, junto a Gianluigi Buffon, el mejor arquero del Fútbol Internacional.