Nuevamente dio el “batacazo” Boca y se llevó una nueva edición del clásico más importante del Fútbol Argentino, pero con la desventaja de jugar en condición de visitante y con 10 jugadores gran parte del segundo tiempo, inclusive cuando marcó el único tanto del partido.
Ambos planteles llegaban con varios problemas pero si había un candidato para quedarse con los 3 puntos y el partido más importante del año ese era sin duda River Plate, principalmente porque llegaba más “entero”, sin lesionados, con todo el plantel a disposición y luego de trabajar muy duro desde lo físico las dos semanas sin competición por las dos fechas de Eliminatorias que se jugaron. En cambio Boca Juniors venía arrastrando varios lesionados entre los que se destacaban sus delanteros Rodrigo Palacio y Martín Palermo, además de que por decisión del propio entrenador no contó con su arquero titular, Mauricio Caranta, y por eso tuvo que ingresar el juvenil Javier García. Pero no todo se quedaba en los lesionados puesto que la semana anterior al clásico Río Platense los jugadores de Boca tuvieron muchos conflictos personales en los que se destacaron declaraciones de Júlio Cesar Cáceres y Juan Román Riquelme como grandes protagonistas.