Por la primera de las semifinales de la Eurocopa 2008 se enfrentaban Alemania y Turquía, con dos realidades completamente diferentes, uno llegando con un gran nivel, con un plantel completo y lleno de individualidades importantísimas, y el otro, con muchas bajas por lesión y suspensión, y obteniendo un triunfo agónico frente a Croacia luego de empatar el partido en el ´122 y de ganar por intermedio de los disparos desde el punto de penal. Sin embargo, Alemania no las tendría tan fácil. El partido empezaría como una marea roja contra el arco de Jens Lehmman, que se encontraba bastante nervioso. Entre lo más destacable de esos primeros instantes del partido ocurrió en el ´8 cuando Hamit Antintop, jugador de origen Alemán, estuvo apunto de aprovechar un error de Phillip Lahm. Luego, llegaría un centro de Ayhan Akman que con un fuerte derechazo Kazim Kazim estrellaría en el travesaño. Alemania no podía salir del fondo y sumado a la floja capacidad defensiva de sus últimos hombres, el equipo Turco se venía cada vez más hacia el arco defendido por Lehmman, que finalmente sería batido en el ´22 por intermedio de Ugur Boral luego de aprovechar otro remate de Kazim Kazim al travesaño que sumado a un grosero error de cálculo del arquero alemán abrirían el marcador del partido en favor de los Turcos, hasta el momento, muy justamente.
Pero la alegría Turca no iba a durar mucho tiempo, ya que una vez más, luego de un desborde de Lukas Podolski, aparecería con un gran anticipo ofensivo Bastián Schweinsteiger para equilibrar la balanza. El resultado capaz no era justo porque Turquía había sido más, pero el fútbol es así y si no concretas las situaciones de gol que generas seguramente las sufrirás en el arco propio, y más contra un equipo de la talla y la frialdad de Alemania, que encabezado por Micheall Balack comenzó a salir del fondo y adelantarse unos metros más en la cancha luego del empate del jugador del Bayern Munich.