En un partido muy reñido y donde ambos equipos demostraron porque llegaron a esa instancia de la competición, Argentina pudo sacar la diferencia y consagrarse nuevamente campeón de un Juego Olímpico en Fútbol, trayéndose así a casa una nueva Medalla Dorada.
Ambos equipos llegaron muy bien al partido, desde lo físico y especialmente desde lo anímico, ya que Argentina venía de golear a su clásico rival, Brasil, por 3 a 0 en la Semifinal y Nigeria, también venía de golear a Bélgica en la otra semifinal. Ambos equipos demostraron buena regularidad en todo el campeonato aunque Argentina siempre ganó con un poco más de facilidad los encuentros disputados mientras que a los Nigerianos les costó y mucho superar a algunos rivales, obteniendo resultados bastante justos y muchas veces ganando sin merecerlo del todo.