En uno de los mejores partidos y de los más emocionantes de Sudáfrica 2010 la selección naranja la ganó 2 a 1 a la verdeamarelha y, así se es uno de los cuatro mejores del Mundial.
Brasil había comenzado jugando mejor y se puso en ventaja rápidamente con un tanto de Robinho. Pero Holanda se lo dio vuelta en el segundo tiempo con un hombre más y mejor posicionado en el campo de juego.
El encuentro había comenzado con los sudamericanos en ataque y los holandeses defendiéndose en su campo. Por eso a los nueve minutos llegó Robinho par aponer el 1 a 0.
Después de un gran pase de Felipe Melo el delantero, solo ante el portero Stekelenburg, definió sin problemas.
Después el gol Holanda se despertó e intentó generar juego cerca del guardameta Julio Cesar, quien siempre respondió seguro.
Igualmente Brasil siempre fue más profundo con Kaká y Luis Fabiano como estandartes. Y sobre el final de la primera parte nuevamente acorraló a su rival en su campo.
En la segunda mitad Holanda salió al campo más ordenado y decidido. Esto se vio reflejado en el juego a los 53 minutos cuando llegó el empate.
Después de un centro de Wesley Sneijder y una mala salida de Julio Cesar, Felipe Melo en contra sentenció el 1 a 1.
A partir de allí el conjunto naranja manejó el esférico buscando los espacios para vencer nuevamente a la defensa brasileña.
Por su parte, los sudamericanos intentaron en varias ocasiones, sobre todo con la velocidad de Dani Alves, salir en contraataque. Igualmente no consiguieron ser precisos.
El partido fue entretenido y también de ida y vuelta por momentos. Holanda tuvo a Van Persie, Sneijder y Arjen Robben como jugadores sobresalientes en el ataque.
A causa de esto, cuando se jugaban 68 minutos del segundo tiempo, llegó un cabezazo de Sneijder, quien solo en el área chica puso el 2 a 1.
A la ventaja de los europeos y al buen planteo que realizaron en la segunda parte se le agregó que a los 72 minutos fue expulsado Felipe Melo.
Esto marcó el mejor momento de Holanda, que pudo haber aumentado su ventaja en el marcador.
Sólo quedó tiempo para que Brasil soñara con algunos intentos de Lucio y Kaká que terminaron en nada.
La selección naranja espera al ganador de Uruguay y Ghana.