Luego de analizar lo sucedido en el clásico entre Argentina y Uruguay nos dedicaremos un poco a hablar sobre el gran triunfo Brasileño que pudo volver a sumar de a 3 luego de empatar con Bolivia por 0 a 0 en la pasada jornada de las Eliminatorias.
Por un lado se encontraba un humilde equipo Venezolano que tenía la ventaja de jugar con local. Por el otro, un Brasil con mucho problemas futbolísticos y de índole personal por las declaraciones del presidente Lula Da Silva sobre el plantel y felicitando al Argentino Lionel Messi hace ya más de un mes.
Pero la historia pesa y las características individuales de los jugadores que conforman cada plantel también. Sin Ronaldinho, Diego, Julio Baptista o Alexandre Pato entre los titulares la Selección Carioca pudo imponer su superioridad sobre el pobre planteo de Venezuela, que pese a no tener un partido acertado se encontró con un Júlio César más que inspirado para acabar con cualquier posibilidad de gol para el conjunto local.
El gran problema al cual tuvo que enfrentarse Venezuela fue el de ir abajo en el marcador de manera muy temprana, puesto que ya en el 19´ se encontraba perdiendo por 3 a 0 y con un Brasil atacando por todos los frentes. Pero el resto del partido sería de ida y vuelta y si Brasil no hubiese contado con un Júlio César en un nivel excelente (de los mejores porteros del mundo) el resultado seguramente hubiese sido diferente. En una y otra ocasión Venezuela pudo infiltrarse en la pobre defensa Brasileña que si bien despliega bien sus laterales en ataque no logra imponer un peso defensivo que le permita detener a los rivales por más que estos no cuenten con un gran nivel individual.
Los goles llegarían en el 5´ por intermedio de Ricardo Kaká y luego sería el ex atacante del Real Madrid C.F. y actual jugador del Manchester City, Robinho, el que marcaría en el 9´ el segundo tanto Brasileño, pero habría más ya que pocos minutos después, en el 19´ siendo más precisos, aparecería Adriano para decretar el 3 a 0 y demostrar que esta volviendo a ser el que alguna vez fue con su seleccionado. El marcador sería cerrado nuevamente por Robinho pero ya en la segunda etapa, más precisamente en el 66´, luego de dominar de manera estupenda y con mucha clase un envío desde fuera del área de un compañero para luego definir con suma tranquilidad a la derecha del portero que poco pudo hacer para evitar la caída de su valla, no solamente en esta ocasión, sino en todas las anteriores.
En conclusión, el partido fue de ida y vuelta y por momentos Brasil sufrió bastante y de no ser por el antes mencionado Júlio César el resultado posiblemente no hubiese sido el que todos hoy conocemos. Un reconocimiento para Venezuela que a pesar de tener un marcador fue desfavorable siempre fue a buscar el partido y también, claro está, un ligero aplauso, pero aplauso al fin, para está Selección de Brasil que de a poco parece ir encontrando nuevamente a sus jugadores en su mejor nivel.
Habrá mucho que mejorar de cara a lo que viene por ambas selecciones. Lo último que destacó es nuevamente a Júlio César, sin lugar a dudas, la figura del partido.