Por la última plaza disponible para la siguiente ronda, se enfrentaban España e Italia, en los Cuartos de Final. Para muchos un clásico, para otros un partido importante pero que no llegaba a cumplir con todos los requisitos para poder ser denominado clásico. Muchas fueron las declaraciones previas al partido, de algunos jugadores de Italia, más precisamente del argentino nacionalizado Italiano Mauro Camoranesi que aseguró que “el partido no es un clásico, ya que España nunca logro conseguir un título a nivel Internacional, siempre fue una promesa que se quedo en el camino, nada más”, atacando duramente a la selección de Xavi, Iniesta y compañía, y dejando en claro que para él España no significaría un reto “importante” para su selección. Sin embargo, tendría que tragarse sus palabras literalmente, porque España pudo afianzar su buen juego y pasar de ronda, a pesar de no hacerlo en el tiempo reglamentario, pero sí en los disparos desde el punto de penal, y que mejor forma de acallar a los “charlatanes” y los “campeones” que hacerlo de esta manera, a puro vértigo y drama, donde Iker Casillas demostró porque es, junto a Gianluigi Buffon, el mejor arquero del Fútbol Internacional.
En los ´90 reglamentarios (y en los dos tiempos suplementarios) España siempre fue más que Italia, generó varias situaciones de gol y nunca dejó de ir al frente. Es más, a pocos minutos del final, parecía que España se quedaría con el triunfo, pero Gianluigi Buffon en más de una oportunidad, y algunos errores en las definiciones de los jugadores dirigidos por el veterano pero vigente aún Luis Aragonés, hicieron que el marcador no pudiese abrirse, y por ende, tuviera que jugarse los dos tiempos suplementarios. En ambos tiempos, el partido fue más regular y no hubo un serio conquistador del balón. La salida del “Niño” Torres por el ingreso de Daniel Guiza empezarían a incrementar los temores en los espectadores, que suponían que el delantero del Liverpool de Inglaterra tendría que ser fundamental para el desarrollo del tiempo restante del partido, pero el atacante siempre fue un cambio cantado para el técnico y esta vez no iba a ser la excepción, además, Daniel Guiza venía de marcar en el último partido por la zona de grupos, gol que le daría el triunfo a España sobre Grecia y le daría la obtención de la puntuación ideal, como también la había logrado Holanda.
Llegaron los penales y ambos equipos se encontraban en iguales condiciones físicamente, aunque Italia con mayor experiencia en este “ámbito” y España con la carga de las estadísticas en su contra, por las reiteradas veces que quedo eliminado de diversos certámenes por disparos desde el punto de penal.
España comenzaría la ronda principal de 5 penales y por intermedio del “Guaje” David Villa marcaría el primero. Del lado de Italia, Fabio Grosso se encargaría de emparejar las cosas. Santi Carzola volvería a poner a España arriba en los penales por 2 a 1, y cuando Italia tendría que haber marcado el tanto del empate aparecería Iker Casillas para tapar un potente (pero demasiado anunciado por el jugador) remate de Daniele De Rossi, y así, luego de bloquear el penal del mediocampista defensivo de la Roma, darle la ventaja momentánea a su selección. El brasilero nacionalizado Español Marco Senna pondría las cosas 3 a 1 a favor de España y otro nacionalizado, en este caso de Argentino a Italiano, Mauro Camoranesi, descontaría para Italia y pondría las cosas 3 a 2 luego de un penal muy bien ejecutado por el volante de la “Juve”. Las cosas parecían ponerse buenas de nuevo para Italia, ya que Gianluigi Buffon le detendría el penal a Daniel Guiza, otorgándole la chance a Antonio Di Natale de igualar el marcador, cosa que el atacante no iba a poder lograr ya que una vez más el arquero del Real Madrid taparía el remate y ahora sí, le daría la oportunidad a España de que si convirtiese el siguiente penal, pasar a la siguiente ronda del certamen. En los pies del ingresado en el segundo tiempo, Cesc Fábregas, estaba la alegría de millones de Españoles, y así fue, con un derechazo a la izquierda de Gianluigi Buffon que se arrojaría para su otro lado.
De esta manera, España tendrá que vérselas contra Rusia en una de las semifinales de la competición, para ver si por fin puede demostrar con hechos todas sus promesas futbolísticas, y a su vez, darle de una buena vez por todas una alegría a su fiel público.